martes, 4 de diciembre de 2018

SPINOZA Y EL REPUBLICANISMO LIBERAL




 Escrito por Luis Roca Jusmet

 El liberalismo tiene hoy muy mala prensa entre la izquierda. Del neoliberalismo mejor ni hablar . Lo consideramos, desde la izquierda, la causa de todos los males. No soy un liberal en sentido estricto, pero me gustaría una análisis más matizado de este término y una aclaración en cuanto al neoliberalismo. Me gustaría también reivindicar un cierto liberalismo, en el que voy a situar a Spinoza, John Stuart Mill y Michel Foucualt. Ya sé que llamar liberales a Spinoza o a Foucualt escandalizará a muchos intelectuales de izquierda. A partir de aquí quiero sugerir  una posible conexión entre Spinoza,  John Stuart Mill y Michel Foucault, aunque solo sea como un ejercicio reflexivo.
 Baruch Spinoza existió antes de que surgiera el término liberalismo, por supuesto. Pero retroactivamente, si consideramos el liberalismo político como una tradición centrada en la defensa de las libertades individuales y en un funcionamiento democrático, podemos situarlo en esta línea. En los mejores representantes del liberalismo, en lo que es más aprovechable por una izquierda renovadora y democrática.
 Toda la vida de Spinoza está centrada en la defensa de la libertad personal y la libertad política, que él llama democracia. La democracia tenía entonces un sentido despectivo, de gobierno plebeyo. Para Spinoza es el gobierno mejor, el de la mayoría, el que aúna fuerzas en lugar de dividirlas. Es el gobierno de los ciudadanos y no de los súbditos. Otra cosa es que tiene una visión selectiva de los ciudadanos, como los liberales posteriores hasta el siglo XX. Este será uno de sus defectos de origen. Spinoza excluye a los extranjeros, los siervos y las mujeres. Para Spinoza el súbdito es un esclavo. El ciudadano es un hombre libre porque domina sus pasiones y porque se somete a las leyes que él mismo ha producido.
Spinoza, que muere cuando estaba hablando de la democracia en su Tratado político no concreta como. Pero no parece que defendiera una democracia directa sino más bien representativa. La libertad, para Spinoza, era capacidad de elección y de decisión, dependía de elementos internos y externos.
  John Stuart Mill es un filósofo del que creo que hoy todavía puede enseñarnos algunas cosas interesantes. Es, efectivamente, un representante de la burguesía ilustrada británica de su época y como tal era colonialista ( la democracia la consideraba únicamente para los paises civilizados, no para la India) y elitista / ( pretendía excluir a los analfabetos y gente que vivía de la caridad pública del sufragio, voto cualitativo). Fue, de todas maneras, menos clasista que John Locke, que consideraba que el voto era solo para los propietarios. Defendió el sufragio femenino, lo que le valió su expulsión del Partido Liberal y su pérdida de condición de parlamentario, Su teoría económica podría de calificarse hoy de socialdemócrata  porque defendía una intervención del Estado, reformas laborales para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y también la existencia de servicios públicos públicos. Planteó también cuestiones sobre los parlamentarios que hoy resultan interesantes : máximo de siete años, voto personal no sujeto al centralismo del partido, condición no privilegiada...).Su teoría del utilitarismo es la del Principio de la Máxima Felicidad Posible : máxima felicidad para el máximo número de personas. Sienta así las bases de unos principios universales basados en el respeto y la solidaridad con el otro. Entendiendo por Felicidad lo que cada cual entendiera como tal. Claro que Marx tenía razón cuando planteaba que sin condiciones materiales dignas de existencia no hay felicidad posible. Pero el planteamiento como tal es bueno, es la base de los derechos humanos universales. Sitúa la moral como unas normas hacia el otro, como una ley que es independiente de las creencias y de los valores. Lo que él entendía por utilidad era muy amplio, quería decir lo que nos producía bienestar.

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