domingo, 31 de diciembre de 2017

DONALD DAVIDSON, LECTOR DE SPINOZA


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Escrito por Luis Roca Jusmet

 Pedro Rojas Parada escribe en un volumen titulado Spinoza : de la física a la historia un artículo interesante sobre la lectura del filósofo de orientación analítica Donald Davidson sobre la afirmación de Spinoza en la Ética de que la mente y el cuerpo son dos cadenas causales diferentes. La verdad es que esta afirmación me ha dado muchos dolores de cabeza sin encontrar nunca una solución satisfactoria. Porque incluso un dualista como Descartes acepta que hay interacción entre uno y otro. Negarlo parece ir en contra de lo que el sentido común extrae de la experiencia más básica. ¿ Cómo negar que la intención mental influye en la actividad del cuerpo ? ¿ Cómo negar que lo que se produce en el cuerpo pueda influir en los afectos o en los deseos ?
 Rojas repasa el recorrido de Davidson, que no da por buenas las respuestas que dan algunos spinozistas. 
 Las premisas de las que parte Davidson ( y que en principio Spinoza acepta )para abordar el problema son las siguientes. 
 El mundo físico constituye un sistema determinista, cerrado y completo que sigue unas leyes precisas.
 El mundo mental tiene unas características y propiedades diferentes a las del mundo físico y por lo tanto no sigue sus leyes.
 A pesar de las dos premisas anteriores es evidente que hay algún tipo de conexión causal entre una y otra.
 Davidson analiza posibles soluciones. Una sería la dualista, difícilmente sostenible hoy en día a partir de lo que dice la ciencia, y que además no resuelve, como ya comprobamos con Descartes, la tercera cuestión. Negar la segunda premisa e ir hacia un reduccionismo fisicalista tampoco convence a Davidson.  Aunque Davidson mantiene un monismo fisicalista mantiene la excepcionalidad de los estados mentales, que aunque se sostienen en unas conexiones neurológicas no son iguales a ellas. Es lo que llama un materialismo anómalo.
 ¿ Cuales son las respuestas de spinozistas que no convencen a Davidson ? En primer lugar la de Marx Wartofski, que dice que no hay relación causal entre mente y cuerpo porque son dos manifestaciones de lo mismo, que es la Sustancia. Para Davidson es una solución retórica que no aclara la cuestión. La segunda respuesta es la de Edwin Curley que, partiendo de una lectura materialista de Spinoza, niega la realidad de la mente. La solución no parte, por supuesto, de la teoria spinozista que afirma con rotundidad la realidad de la mente como diferenciada del cuerpo. Finalmente considera la solución que plantea Alan Donagan, que conduce a Spinoza a un dualismo, al afirmar que son propiedades totalmente separadas.
 La solución de Davidson parte de establecer una diferencia entre relaciones causales y explicaciones causales. La relación causal es una conexión que se da en el mundo real. Es decir, que aceptando que hay una relación causal entre mente y cuerpo lo que no hay es una explicación causal. Determinar es una explicación causal, no una relación causal. Cuando Spinoza dice que ni el cuerpo determina la mente ni la mente el cuerpo está diciendo que no hay una explicación causal. Podemos llamarlas también razón ( explicación) y causa. Lo determinante es, entonces la razón. 
 Davidson, continua explicando Pedro Rojas, establece una distinción muy clara entre física y psicología, Se basa en dos aspectos : el de la observación y el de la generalización, que se da en el primero y no en el segundo.
 El autor del artículo plantea finalmente sus reservas a la solución que propone Davidson. Se trata de la siguiente cuestión : si lo único que puede ser científico es la física ¿ no acaba considerando Davidson que la física es la que finalmente nos da la explicación de todo lo que ocurre ? El materialismo anómalo de Davidson no deja de considerar lo mental como un epifenómeno que no podemos explicar.
 Me parece que Pedro Costa acierta en su diagnóstico. A Donald Davidson le pasa lo mismo que a Antonio Damasio : entienden a Spinoza de manera monista. Tanto a nivel global como en el registro de la relación cuerpo/mente. Y es importante señalar que lo que hace Spinoza es superar la división entre monismo y dualismo, tanto a nivel global como en el registro cuerpo/mente. 
 No entendemos a Spinoza, o no lo entendemos del todo. Por lo menos yo. Pero el gran desafío es entender lo que dice Spinoza. Porque, como dice Felipe Martínez Marzoa, la tarea de la filosofía consiste hoy en un trabajo hermenéutico, en llegar a entender lo que dijeron los grandes filósofos. Siempre teniendo en cuenta que entender no es repetir. Se trata de hermenéutica, no de escolástica.

lunes, 25 de diciembre de 2017

PIERRE MACHEREY : SPINOZA CONTRA HOBBES

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Escrito por Luis Roca Jusmet

 En 1990, el filósofo francés Pierre Macherey (1938) publica en el libro Michel Foucault, filósofo un texto que titula "Por una historia natural de las normas". En el texto Macherey llega a Spinoza y desde allí plantea lo que él considera la crítica que éste realiza a Thomas Hobbes. Aceptando la influencia de Hobbes sobre Spinoza la diferencia sería radical en un punto crucial. 
 Para Hobbes el Estado es una defensa artificial del hombre contra la naturaleza, el hombre está naturalmente dominado por una pulsión agresiva que lleva a una guerra de todos contra todos. La norma-ley que instaura el Estado es una protección del hombre contra sí mismo. Es una concepción totalmente jurídica de la norma, que limita y prohíbe. Los humanos, a través del contrato social, transfieren su soberanía al Estado para que los proteja de sí mismo y de los otros. La norma trasciende lo natural y lo supera a través de la negación de lo natural, teniendo como resultado lo social. Macherey señala que Toni Negri tiene razón cuando ve en este proceso un anticipo de la dialéctica hegeliana. 
 En Spinoza la norma es una expresión de la Naturaleza. La norma social-ley no se contradice con la norma natural sino que es una derivación. Es decir, que la norma social es la manera como se manifiesta en los humanos la norma natural. Y la norma tiene entonces un sentido biológico y positivo de regulación. La norma es más productiva que represiva. Es la potencia que se manifiesta, que genera conflictos y normas para resolverlos. Pero desde sí misma, no desde una autoridad externa. 
 Para Hobbes la política se basa en una antropología donde lo esencial es el miedo a morir como motivación. Hay aquí, añado yo, un trabajo interesante para ver como se relaciona este planteamiento con lo que posteriormente será la dialéctica del amo y el esclavo en Hegel.
Para Spinoza los afectos forman parte de la naturaleza.Las leyes humanas son entonces una formulación del derecho natural donde vence la mayor potencia. Las leyes regulan la potencia humana que se manifiesta en los afectos de la mejor manera posible. Aquí entra entonces la influencia de Hobbes y su teoría del Estado como contrato social. Un acuerdo a través del cual el Estado garantiza la igualdad de derecho, la universalidad del derecho. Pero no solamente como coacción sino también como cooperación. 
Las normas no son trascendentes a lo natural sino son inmanentes.
 Otro aspecto interesante es que en este punto Macherey reconoce la influencia de Spinoza sobre Foucault. En el sentido inmanente y productor, biológico y no jurídico, de la norma. Tanto en el saber como en el poder.

sábado, 16 de diciembre de 2017

JESÚS EZQUERRA GÓMEZ "UN CLARO LABERINTO. LECTURA DE SPINOZA"



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Reseña de 

Un claro laberinto. Lectura de Spinoza



Jesús Ezquerra Gómez

Zaragoza : Prensas de la Universidad de Zaragoza, 201



Escrito por Luis Roca Jusmet


  El inagotable y polémico filósofo Slavoj Zizek se preguntaba 

Jesús Ezquerra Gómez, nos presenta una lectura bastante original y sugerente de Spinoza. Digo bastante porque ya es difícil decir algo nuevo, pero este profesor de Filosofía de la Universidad de Zaragoza le saca punta a la noción de laberinto como hilo conductor de su lectura de Spinoza. La metáfora es interesante y el capítulo introductorio en el que explica los múltiples significados que ha tenido el término resulta un buen punto de partida. El breve epílogo cierra bien el círculo y da una coherencia al conjunto. Entre uno y otro cinco capítulos en los que se abordan cinco aspectos diferentes de la filosofía de Spinoza. Después del epílogo, dos anexos donde se señala como dos itinerarios de lectura de la Ética ( que merecería más explicación, por cierto) y otro de carácter didáctico sobre las cinco partes de la Ética ( que no se corresponden a los cinco partes del libro, ciertamente, porque abordan el conjunto de escritos de Spinoza).
 La primera parte, Dios y la Nada, me parece excesivamente especulativa, aunque no deja de ser sugerente. Spinoza es ateo porque su Dios es la Nada. Hipótesis fuerte. Lo compara con un místico aragonés del siglo XVII, que el autor conoce a fondo,Miguel de Molinos. También lo hace con Plotino y hay incluso referencias a Hegel, con su critica a Spinoza como negador de la negación.. Me parece, de todas maneras, excesivamente retórico y a veces parece que la misma fuerza de las palabras nos hace perder el hilo argumental. Me convence más la exposición de Felipe Martinez Marzoa sobre el Uno-Todo, por ejemplo, la segunda la titula "El individuo es un conjunto de individuos" (Arboleda) y hay aquí presenta las cosas como fuerzas que son pliegues de un conjunto global que no tiene afuera, que es la inmanencia.Continúa luego con el ethos geométrico, que es una interesante reflexión sobre el método spinoziano  donde la síntesis ocupa el lugar que el análisis en Descartes. Síntesis que dibuja un mapa que es, y aquí retoma el título, un claro laberinto. Viene a continuación un título que llama la atención : "Spinoza el que nunca llora". Eñl tema es, por supuesto, la alegría que Spinoza define como lo bueno. Pero acaba deslizándose por un terreno cercano a Bataille y Blanchot relativo al suplicio que me parece que no tiene nada que ver con Spinoza.

sábado, 2 de diciembre de 2017

TEORÍA POLÍTICA DE SPINOZA ; EL PLANTEAMIENTO DE STEVEN B. SMITH


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Escrito por Luis Roca Jusmet

 La influencia de Hobbes sobre Spinoza existe, aunque desde determinados planteamientos se haya minimizado o maximizado. Esta polémica traspasa el interés académico para entrar en un interesante debate político. Voy a analizar criticamente la postura de Steven B. Smith, autor de el libro Spinoza y el árbol de la vida, que insiste sobre todo en las diferencias entre ambos.
 Steven B. Smith mantiene en que la primera diferencia entre Hobbes y Spinoza es que para el primero la soberanía se delega en el Estado y en el segundo se mantiene en la sociedad civil, en el poder colectivo, que ha de ser necesariamente democrático. No es, para Spinoza,que la sociedad civil delegue la soberanía en el Estado, sino que la propia sociedad civil es el Estado. Hobbes contempla las tres posibilidades pero se orienta más hacia la monárquica. La segunda diferencia es respecto al fin. Para Hobbes el Estado tiene como fin garantizar la paz y la seguridad impidiendo cualquier acción que interfiera en los derechos del otro. Uno puede hacer todo lo que le permitan las leyes, pensadas en términos de prohibición. Para Spinoza el Estado no solo cumple una función negativa de impedir determinados actos sino también la función positiva de crear las leyes. Considera que Hobbes está contra el republicanismo neoromano de maquiavelo, recogido por Maquiavelo. Dicho en los términos de Isaac Berlín, que Hobbes defiende la libertad negativa de los modernos mientras que Spinoza defiende sobre todo la libertad positiva de los antiguos. Liberalismo autoritario de Hobbes frente a republicanismo democrático de Spinoza.
En este sentido Hobbes rechaza la democracia deliberativa y asamblearia porque considera que, al no tener los ciudadanos suficiente formación política, son pasto de la demagogia.Los que manejan las asambleas lo que hacen es seducir, no argumentar. Gana la retórica, no la verdad. Para Hobbes la sociedad y el estado son los remedios a la naturaleza humana. Para Spinoza la sociedad surge para aumentar la libertad de todos a través de la cooperación. El hombre libre, el hombre sabio, participa en la elaboración de las leyes y las obedece libremente porque es capaz de entender su racionalidad.
 Me parece que Smith se equivoca. En primer lugar porque hay una ruptura de Hobbes con respecto a la teoría política anterior ( incluida la de Maquiavelo), como explica muy bien Felipe Martinez Marzoa ( lo trataré en el próximo post ). En este sentido no me parece que lo que propone Spinoza sea una vuelta a la libertad de los antiguos ( según la distinción que formula Benjamin Constand y que recoge Isaac Berlín). De hecho. el filósofo político contemporáneo Philip Pettit, plantea el carácter problemático de esta distinción, reivindicando la idea de libertad como no-dominación. Pero aunque Pettit se defina como republicano no deja de ser un liberal porque es un moderno. Esto quiere decir que, aunque consideremos a Spinoza como republicano será un liberal republicano porque parte de la idea moderna de Hobbes y no de la relativamente antigua de Maquiavelo, que es evidente que también le ha inlfuido. Porque la idea de Spinoza, igual que la de Hobbes, es la del contrato social, por mucho que lo nieguen los althusserianos. Porque el Estado surge como constitución de la sociedad civil basada en el contrato social que establece el estatuto universal de la ciudadanía, es decir el sujeto de derechos y deberes. El Estado de derecho se constituye entonces como garantía de los derechos y libertades. Es decir, garantiza los derechos de los ciudadanos a cambio de que estos respeten las leyes.

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